Evaluación de la resistividad eléctrica del hormigón como parámetro de durabilidad frente a la corrosión del acero.
Resumen
Los hormigones al igual que el resto de los materiales poseen propiedades que los identifican. La
resistividad eléctrica es una propiedad única para cada material y en el caso de hormigones
armados, la velocidad de corrosión del acero embebido en el mismo depende de dicha propiedad.
La resistividad es una medida de la mayor o menor posibilidad que un flujo eléctrico pueda
conducirse. En el caso del hormigón, dependerá entre otras cosas, del grado de saturación de los
poros, de la hidratación de la pasta y de la condición ambiental. El hecho de que un hormigón
armado presente una baja resistividad eléctrica atentará contra la durabilidad del mismo, dado
que podrá presentarse una elevada velocidad de corrosión en la barra de acero y con ello, la
degradación del hormigón. En el presente trabajo de investigación se evalúa cómo influye en la
resistividad eléctrica del hormigón: i) la variación de la relación a/c (0.5, 0.6, 0.7 y 0.8); ii) el
tipo de cemento seleccionado (puzolánico y fillerizado); y iii) la incorporación de un aditivo (con
y sin hidrófugo). Para la evaluación se confeccionaron probetas cilíndricas de 100 mm x 200 mm
curadas mediante inmersión durante 27 días, midiendo sobre las mismas la resistividad eléctrica
mediante el uso del dispositivo CANIN utilizando la sonda de Wenner (método de los 4 puntos).
A partir de los resultados evaluados se establecen conclusiones de interés acerca del diseño más
adecuado de un hormigón durable ante mecanismos de corrosión del acero, como por ejemplo, la
limitación de la máxima relación a/c y la elección del tipo de cemento más conveniente, entre
otras.
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